Una ballena en City Bell
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EL DIA - 22 de enero de 1993

Hallan restos fósiles de una ballena de hace 7.000 años

La aparición de restos fósiles pertenecientes a una ballena de hace 7.000 años en una quinta de City Bell, mientras se efectuaban excavaciones para colocar una pileta, conmocionó en las últimas horas al barrio Savoia de esa localidad.

Según revelaron científicos del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y del CONICET, que acudieron al lugar al ser informados del hallazgo, los restos encontrados corresponden una ballena de entre 15 y 20 metros que habría quedado encallada en la zona hace aproximadamente 7.000 año cuando comenzaron a descender las aguas del mar que, tras una importante desglaciación, llegó inclusive hasta la actual ruta 2. Asimismo, los investigadores platenses no descartaron la posibilidad de que en el lugar donde se efectuó la excavación y las zonas lindantes hayan sido hace unos 10000 años un "cementerio" de estos cetáceos

UNA BALLENA EN CASA

El hallazgo tuvo lugar en el número 55 de la calle Delheye de City Bell, propiedad de Graciela González, cuando un grupo de operarios que realizaba excavaciones para colocar una pileta en los fondos de la finca se sorprendieron al hallar grandes bloques enterrados que en un principio no identificaron, suponiendo que se trataba de " material refractario"

Las tareas se interrumpieron de inmediato mientras un numeroso grupo de adolescentes que en ese momento se encontraban en el lugar, entre los cuales se contaban los hijos de la propietaria, se dedicaban a excavar valiéndose de cucharas, mientras conjeturaban acerca de la naturaleza de los restos.

Poco más tarde Graciela González comunicó el hallazgo al Museo de Ciencias Naturales de La Plata, lo que motivó que en poco tiempo arribaran al lugar investigadores del Departamento de Paleontología de esa casa de altos estudios, los que determinaron que los restos pertenecían a un ejemplar de Misticeta barbada y desdentada, un cetáceo que habría encallado en ese sitio hace unos 7.000 años.

Los restos de parte del vertebrado, entre los que se contaban el cráneo, la mandíbula, vértebras y huesos del oído, se hallaban semienterrados en un suelo en el que prevalecían la arena y la conchilla, según reveló Carolina Melnicky, hija de Graciela González.

Entre los curiosos factores que rodearon al descubrimiento, los científicos citaron la escasa profundidad en la que estaban enterrados, que no excedía los 0,80 metros. Junto a los huesos del cetáceo (cuya configuración no difiere en mayor medida con los actuales, según explicaron los científicos que se dieron cita en el lugar), se encontraron restos de corvinas negras, langostinos y caracoles

Por su parte, los doctores Adriana Blasi y Nauris Dangau, del Instituto de Geomorfólogía y Suelos del Museo local, indicaron que "no es extraño que una ballena haya podido llegar hasta este sitio ya que, hace cerca de 10.000 años y tras una importante desglaciación, el mar llegó hasta lo que ahora es la Ruta Nacional 2 y desde el río Salado hasta San Pedro"

Este no es el primer hallazgo de estas características que tuvo lugar en la zona ya que muy cerca de allí en la década del sesenta u en instalaciones del Club Hípico, fueron encontrados restos de otra ballena de más de 4.000 años

En tanto, el mastozoólogo Juan José Bianchini señaló que "es común encontrar este tipo de fósiles en estas zonas" y recordó que hace 20 años, cuando se hizo una instalación de redes cloacales en Gonnet, se hallaron restos de una ballena de hace miles de años".

Los restos y muestras del suelo hallados en las últimas horas fueron donados al Museo local para su estudio que, según se dijo, demandará aproximadamente dos años.

Investigadores del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata y de la Comisión de Investigaciones Científicas, confirmaron que los restos óseos, hallados casualmente en la localidad de City Bell, pertenecen a una ballena azul.

El ejemplar fue exhumado en sedimentos de una antigedad considerada entre 7.000 y 3.000 años antes del presente. De acuerdo al material extraído (parte de la mandíbula, el atlas o primera vértebra cervical, parte del hioides y fragmentos del oído), los doctores Jorge Noriega y Daniel Berman, primeros en tomar contacto con el hallazgo, señalaron que los materiales corresponden a un cetáceo del grupo de los misticetos rorcuales.

Los fragmentos extraídos son asignados a un ejemplar de ballena azul, mamífero de gran tamaño, sin dientes, provisto de barbas córneas en la boca, que habita actualmente los mares de ambos hemisferios. Por qué un habitante del mar, de colosal tamaño fue encontrado tan distante de su medio natural. Los científicos responden que dicho fósil se encontró en un depósito marino correspondiente a una ingresión del mar que ocupó hace 7.000 a 3.000 años antes del presente gran parte de la provincia de Buenos Aires.